Los docentes creemos en las personas. Niños, jóvenes, adultos, ancianos, cualquier momento de la vida es bueno para acometer esta aventura maravillosa de la enseñanza y el aprendizaje. Estamos seguros que el conocimiento vence muchas carencias humanas causadas, en su mayoría, por la ignorancia.
Y cómo sino transmitir valores y conocimientos de unas generaciones a otras. El proceso de enseñanza y aprendizaje debe abordarse desde el respeto y sobre todo desde el cariño, la comprensión y la solidaridad con aquellos cuyas necesidades le dificultan dicho proceso.
A través de una formación igual para todos conseguimos una sociedad mas justa en la que las oportunidades lleguen a todas las personas de cualquier condición.
Porque de ellos es el futuro de nuestra sociedad. Por lo tanto, cuanto mejor formados en valores y conocimientos, más avanzaremos hacia una sociedad más justa, más solidaria y menos beligerante donde la razón se imponga a cualquier forma de violencia.
Todos tenemos derecho a avanzar, tanto a nivel profesional, como a nivel personal y esto se consigue con una formación permanente en la que los docentes ayudamos a seguir manteniendo la llama de la curiosidad por seguir aprendiendo. (Francisco Moreno)
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